Según Rojas, el gran punto que se discutió este año en el Congreso Mundial Móvil GSMA que se realizó en Barcelona en febrero fue cuánto tardaría la región en llegar a LTE.
LTE es el nombre dado a un proyecto incluido en el Proyecto Conjunto de Tercera Generación para mejorar el estándar móvil UMTS a fin de abordar requisitos futuros. Entre las metas establecidas se incluye mejorar la eficiencia, reducir los costos, mejorar los servicios, aprovechar nuevas oportunidades de espectro y mejorar la integración con otros estándares abiertos. El proyecto LTE no es un estándar, pero dará origen al lanzamiento de la octava versión mejorada del estándar UMTS, que incluye extensiones y modificaciones del sistema UMTS.
"Vemos que los operadores están buscando convergencia de servicios que requieren redes con mucha más capacidad, no solo para comunicaciones entre los usuarios, sino también por ejemplo entre máquina y máquina o entre usuario y comercio electrónico, este tipo de aplicaciones van a tener en el futuro para la integración de servicios", afirmó Rojas.
Sin embargo, dado que las redes HSDPA se comenzaron a lanzar realmente el año pasado y se prevén varias actualizaciones posibles en el futuro como HSDPA+, Rojas cree que aún se pueden seguir potenciando las redes HSDPA antes de que LTE llegue a Latinoamérica.
UN CAMBIO DE MENTALIDAD
Con la llegada de 3G, Rojas prevé un cambio en la forma en que los operadores conciben las actividades de marketing.
Primero que todo, muchos operadores ahora están considerando apuntar a un mercado más amplio con servicios de datos, no solo a empresarios tradicionales o consumidores de alto nivel, como ha sido el caso con EDGE. El gigante América Móvil (NYSE: AMX, Nasdaq: AMOV) lanzó 3G en más de la mitad de sus mercados y su cartera de clientes es principalmente de prepago.
"Pensamos que HSDPA está comenzando y este es un año de lanzamiento de HSDPA y de comenzar a buscar aplicaciones para mercados que quieren este tipo de servicios. Pensamos que quedan dos o tres años más de aceptación de HSDPA, lo que incluye llegar a un mercado un poco más masivo, a la persona de prepago", agregó.
"El mercado ha cambiado un poco, el operador y el usuario también. El usuario quiere ahora más contenidos, quiere más acceso a ciertas cosas en el ambiente móvil y los operadores están cambiando un poco su paradigma 'que tenemos demasiado gente en prepago', y lo que están diciendo es que no, 'tenemos un porcentaje de mercado que es pospago y necesita servicios modernos", aseveró el ejecutivo.
En el mercado hay una mayor variedad de dispositivos 3G comparado con hace unos meses y ya se vislumbra una baja en el costo de estos.
Según Rojas, varios operadores en Latinoamérica llegaron a un acuerdo en Barcelona con el fabricante de dispositivos LG para comprar teléfonos compatibles con 3G para las bandas de 850MHz, 1.800MHz y 1.900MHz por cerca de US$300 cada uno, un costo comparable al de los dispositivos 2G.
Informa Telecoms & Media proyecta que hacia fin de año en América habrá más de 500 millones de suscripciones a servicios inalámbricos móviles de la familia de tecnología GSM, que incluye EDGE y UMTS/HSPA.
UN ESTÁNDAR ÚNICO
Aunque 3G basado en tecnología CDMA como EV-DO ha estado presente en la región por cerca de cinco años, debido a que la tecnología móvil 2G tiene una mayor penetración en el estándar GSM, la mayor parte de los lanzamientos de HSDPA/UMTS -la evolución 3G de la tecnología GSM- ha apuntado más a 3G.
Por años índices de mercado han demostrado que GSM le está ganando gradualmente la batalla a CDMA en cuanto a difusión de la tecnología móvil 2G en Latinoamérica.
Celedonio von Wuthenau, director del CDMA Development Group para Latinoamérica, afirma que 3G basado en CDMA, a saber EV-DO, sigue siendo la mejor tecnología y la más ágil para datos, y cree que el crecimiento de CDMA es más selectivo ya que será la opción de suscriptores interesados en datos.
Pero Rojas de 3G Americas rebate que con la llegada de HSDPA/UMTS, la ventaja de CDMA en datos desaparece.
No obstante, a medida que la región avanza hacia 3G, los estándares parecen tener menos importancia para los operadores frente a la capacidad para ofrecer servicios, aseveró Rojas.
Los operadores están demandando una tecnología convergente porque es complicado y caro manejar varias tecnologías. El uso de distintas tecnologías además confunde al usuario final y complica las campañas de marketing. Con un ARPU que ya es bajo en Latinoamérica, cercano a US$15, los operadores no se pueden dar el lujo de incurrir en gastos innecesarios para administrar varias redes a la vez.
"Nos estamos moviendo más hacia convergencias y no pueden ponerse a discutir cuál es la mejor tecnología, la A, la B o la C, sino que todos tienen acceso a la misma tecnología. El gran campo de batalla va a ser en la parte de servicios, o sea qué servicios ofrezco yo que sean mejores que la competencia".
"Los operadores no quieren tener tantas tecnologías como les ha tocado en 2G y 2,5G", la idea es llegar a una menor cantidad de estándares, lo cual significa una implementación más fácil, explicó Rojas.
*Con información de Business News America
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